8.11.10

Por la noche

sale el autobús, cunado las luces ya se apagan. Rodeado de gente los demonios y seres de la oscuridad salen a batir sus alas. El autobús aporta refugio y calor y un poco de seguridad. Los coches que van en dirección contraria juegan con sus luces en los cristales de nuestro autobús.
Nuestro autobús se mueve con el viento, porque es una tarde muy airosa, espero que no se balancee demasiado, por si acaso lo hace ya estoy preparado para vivir una nueva aventura.

A todos los autocares que nos acercan a donde tenemos que estar.

1.11.10

Y...

uno, dos, tres y cuatro, y cinco, seis, siete, ocho...