La mala educación

Desde sus comienzos, el show televisivo Operación Triunfo, despertó en mí el deseo de la música. Sin embargo, estoy seguro de que si lo hubiera visto la primera vez este año no habría conseguido conmover ni un pelo de mi cabeza.
Aquel gran programa que comenzó hace ya 7 años, comenzó su decadencia con la segunda edición, de la cual, la mejor cantante es sin duda, Mai Meneses, la ya conocida Nena Daconte. Esta cantante no duró más que una nominación, y es más recordada que la ganadora Ainhoa.
La curva de pendiente negativa cayó, hasta lo más profundo, y con el cambio de canal y de presentador todo pareció cambiar de nuevo a un programa más positivo. No hablemos del resto de concursantes ya que el programa desde estos momentos fue cayendo en un reality totalmente diferente.
La canción y la música fueron dando paso a los problemas entre compañeros, de manera que pocos de los resúmenes de este programa se centran desde hace mucho tiempo en las canciones y las clases de los alumnos, son simples rellenos.
Es evidente que la audiencia prefiere el morbo, y más claramente que lo está demostrando este año no lo ha podido hacer nunca. Es el llamado caso Esther, una pobre chica que no ha servido para cantar pero si para alzar el número de espectadores del programa.
El show presentado los Martes noche por Jesús Vázquez se ha convertido en una fiesta, y raro es no disfrutar de más de un gallo, y más de un alarido.
Sin pena ni gloria, Don Jesús, deja que su rostro exprese todo lo que su mente piensa. Obligado a promocionar ciertas nóminas sin descanso y los productos de OT, se desarrolla, como diría el conocido publicista Risto Mejide, el Diario de Jesús.
Por cierto, este personaje surgió de la nada hace ya más de un año de la nada, y aterrizó en el centro del programa ocupando al menos, la mitad del protagonismo del show.
Y para finalizar, lo último, el respeto del que disfrutan los concursantes por parte de los asistentes a cada gala. Estos jóvenes iniciados en la música(pobres inocentes casí todos ellos) sufren los insultos y abucheos continuos del público. La dinámica del programa acaba cuando estos mal educados interrumpen de continuo el programa, ya sea a su jurado o al presentador, que se hace valer poco, hablando de todo un poco.

Escriban en google abucheo y verán las sugerencias que les muestra.

Que tengan un día brillante donde disfruten de la música.